miércoles, 10 de marzo de 2010

Sokolov: un genio con extravagancias

Grigori Sokolov ha vuelto a impresionar, a los asistentes a su recital del ciclo “Scherzo” de “Grandes Intérpretes” del 9 de marzo, con su imponente bagaje técnico y su fuerte personalidad. Un programa difícil –para él y para los oyentes– que comenzó con la Partita núm. 2 de Bach: ejecución magistral por su claridad, su pulcritud y su cuidado en las dinámicas, a cuya interpretación tal vez sólo le habría pedido yo un poco más de “humanidad” en la hermosísima “Sarabande” (que desgranó con fraseo admirable, pero con cierta sequedad). En las Fantasías op. 116 de Brahms afloraron los para mí excesos de su personalidad: el sonido brahmsiano fue incontestable y los aciertos plenos menudearon, pero su acentuación resultó a veces forzada, exagerada, poco natural, usando y abusando del rubato. Lástima, porque tiene madera de brahmsiano de primera categoría (y a veces lo es).

La segunda parte se limitó a la Tercera Sonata (“Concierto sin orquesta”), que quizá no se cuente entre las obras más redondas de Schumann: larga y algo fatigosa (de nuevo para todos), en la que, pese a las maravillas que logró, llegó a incomodar a buena parte de los asistentes, que huyeron antes de las propinas: ofreció tres Preludios de Chopin sobrios, esenciales, modernísimos, y piezas de Scriabin mágicas, difícilmente alcanzables.

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