martes, 12 de abril de 2011

András Schiff interpreta Bach y Mitsuko Uchida interpreta Schumann

Las Suites y la Obertura francesa por Schiff

Entre los discos de piano que he escuchado últimamente, hay dos que me han llamado mucho –para bien– la atención: el primero es un DVD y Blu-Ray de EuroArts con las 6 Suites francesas, la Obertura francesa y (¡como propina!) el Concierto italiano de Bach por András Schiff.

El pianista húngaro ha dedicado al autor de las Variaciones Goldberg más esfuerzos que a cualquier otro de los autores que interpreta, Mozart y Schubert incluidos. Como es sabido, entre 1982 y 1991 grabó para Decca la Obra completa para clave, siempre al piano. En concreto, las obras contenidas en este DVD las había registrado para Decca ese último año; las tomas del DVD y Blu-Ray, en público, datan del 11 de junio de 2010, en la iglesia protestante reformada de Leipzig. Templo de interior bastante feo, pero de acústica, a juzgar por los resultados, espléndida.

Aunque todo el ciclo de Decca es sencillamente ejemplar, no hay duda de que el tiempo transcurrido desde entonces ha sido para bien: la sobriedad nunca seca o aséptica de aquellas versiones ha ido decantándose hacia interpretaciones más hondas e introspectivas, más fluidas y naturales aún, más maduras y serenas, y también más expresivas, sin que nunca se le pueda acusar de romántico: ¡tantas veces parece olvidarse que expresividad no es sinónimo de romanticismo!

No hace falta decir que la ejecución es pulquérrima, de absoluta claridad, que ambas manos se escuchan con perfecta independencia –e interdependencia–, y que Schiff se beneficia de las posibilidades del piano (con moderación, claro), sin intentar reproducir la sonoridad o la pulsación clavecinística. Como “bonus”, se ofrece más de media hora en la que Schiff se extiende hablando con lucidez sobre Bach y las obras que interpreta aquí. Pero habla en alemán y no hay subtítulos en castellano (sólo en inglés y francés).

Escuchando este Bach actual de András Schiff se tiene esa extraña (e infrecuente) sensación de que la música no puede, no debe ser de otro modo. Para mí hay pocos elogios mayores que éste.

Un disco que se añade también a las Suites inglesas filmadas en 2003 y hace poco publicadas en DVD (con nitidez de imagen y sonido algo inferiores) por Hungaroton; aunque el nivel interpretativo de éstas es muy alto, me parece que en las Francesas Schiff ha llegado aún más al fondo.

Las Davidsbündlertänze y la Fantasía de Schumann por Uchida

El CD con el Carnaval y la Kreisleriana de Schumann por Mitsuko Uchida (Philips 1995) me entusiasmó. Ahora, la compañía discográfica (integrada en el sello Decca) vuelve a Schumann de la mano de la pianista japonesa para ofrecernos otras dos de las mayores composiciones pianísticas del autor de la Sinfonía “Renana”.

En esta ocasión modero un poco mi entusiasmo, porque la Fantasía en Do mayor, op. 17 no me termina de convencer debido a un primer movimiento carente de la suficiente pasión y fuerza (las indicaciones de Schumann son bien claras, y Arrau, Barenboim o Kissin atienden clarísimamente a ellas), pero que mejora en el segundo (sin alcanzar toda la “energía” que demanda Schumann) y culmina en un final absolutamente sublime, donde Uchida despliega sus mejores armas: un intimismo exquisito y un vuelo poético al alcance de muy pocos. Dudo haber escuchado este tercer movimiento de forma más bella que aquí, aunque de nuevo puede decirse que otros pianistas consiguen mayor tensión en los dos sucesivos clímax. Pero Uchida transita aquí por otros derroteros (como suele hacer a menudo, particularmente en Schumann), y hay que descubrirse: ¡una auténtica maravilla, para no perdérselo!

En cuanto a las Danzas de la cofradía de David, nada que objetar, sino admirar la riqueza de imaginación, la aparente espontaneidad, la finura, delicadeza y poesía de las que hace gala esta verdadera poetisa del piano. Sin, por descontado, caer en ninguna clase de empalago o cursilería.

Otra cuestión es la toma de sonido: puede gustar o no, pero a mí me parece un poco lamida, sin mordiente, por más que la sonoridad general del instrumento resulte muy agradable.

2 comentarios:

  1. Hola, Ángel:

    Creo que algunos críticos denuestan los tríos con piano de Schumann, al ser obras "de locura": pero a mí me parecen excelsos, en particular el Op. 11O. La grabación canónica de los Beaux Arts en los setenta (a la que en los 90 sucedió otra) además añadía un trío de Clara.

    Saludos cordiales.

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    1. Yo creo que son obras muy notables, pero no comparables a los tres últimos de Beethoven, a los dos de Schubert, a los tres de Brahms...

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